Poco a poco durante este blog se descubrirán las grandes líneas de la cocina de Guadalajara.
En primer lugar, se trata de una cocina popular, digámoslo así, de barrio. Cada recetas se presta a variaciones que dan lugar a nuevos platos. ¡Se trata de nunca tirar nada! Todo se utiliza, improvisa y se enriquece.
En Guadalajara, la mayor parte de su gastronomía son recetas completamente informales, cada quien puede darle la interpretación que quiera, puede variar tanto en la composición y en la medida del uso de las especias como en el uso de de ingredientes primordiales. Cada cual es libre de añadir lo que quiera.
Esta libertad no significa que la gastronomía de esta ciudad ignore la tradición, si no simplemente es trata de ROMPER lo establecido por los individuos llamados GOURMETS, que limitan la industria con normas sin sentido del "buen comer", estableciendo los lugares donde el comer es un verdadero placer. Sitios con una infraestructura inmensa donde la banalidad y el elitismo son el plato principal y la comida pasa a ser segundo plano.
Debemos rechazar cualquier forma de imposición gastronómica, borrar el concepto de que un alimento de calidad es sinónimo de un alimento caro, romper con esa apatía que limita nuestro poder de toma de decisiones.
No dejarnos llevar por esas personas llamadas gourmets que lo único que hacen es imponer mas no proponer. Llevando a la gastronomía de esta ciudad a un hoyo de cortes argentinos, chimichurris y aiolis baratos (vendidos como si fueran hechos por el mismísimo Alain Ducasse), papas fritas al puro estilo americano, queso philadelphia y surimi para nuestros sushis, salsa pomodoro enlatada en nuestras pizzas y terrinas de pato ofrecidas como foie gras.
Exijamos alimentos de calidad, paguemos lo justo por lo que pedimos de comer y así comer libres sin ningún remordimiento, que esto deje de ser una Utopía gastronómica sin mas fronteras que las de nuestro propio apetito.
